sábado, 30 de diciembre de 2023

Sesiones del 8 y 10 de enero

En el siguiente enlace podéis encontrar el texto del manifiesto al país de Primo de Rivera tras el golpe militar de septiembre de 1923, así como un comentario a dicho texto.

Manifiesto de Primo de Rivera

En el siguiente enlace podéis encontrar más información sobre el Desembarco de Alhucemas y de la Guerra de Marruecos en general




En el siguiente enlace podéis leer el proyecto de constitución de la Dictadura de Primo de Rivera

Proyecto de constitución de Primo de Rivera



En el siguiente enlace podéis leer el artículo publicado por Ortega y Gasset en el diario El Sol

Ortega y Gasset "El error Berenguer"



En el siguiente enlace encontraréis información sobre la reunión conocida como Pacto de San Sebastián.

Pacto de San Sebastián




En los siguientes enlaces podéis leer un artículo y ver un documental sobre la sublevación de Jaca





En el siguiente enlace podéis ver un documental sobre la Dictadura de Primo de Rivera, la 2ª República y la Guerra Civil

Dictadura de Primo de Rivera, II República y Guerra Civil


En el siguiente enlace podéis ver otro documental sobre la Dictadura de Primo de Rivera



En el siguiente audio de la UNED podéis escuchar una clase sobre la dictadura de primo de Rivera





En el siguiente enlace podéis leer la interesante entrevista que el historiador Santos Juliá le hace al hispanista Raymond Carr

En el siguiente enlace podéis leer la reseña de un libro publicado recientemente donde el autor mantiene la tesis de que la geografía determina muchos elementos de la evolución histórica, económica, costumbres, etc. de un país.

https://www.abc.es/historia/origen-nacionalismos-atraso-economico-explicacion-geografica-convulsa-20231229033757-nt.html


En el siguiente enlace podéis hacer un recorrido por el Pueblo Español de Barcelona

https://www.youtube.com/watch?v=mXln23cq5Ls

domingo, 10 de diciembre de 2023

Sesiones del 11 y 13 de diciembre

 

 ALFONSO XII

Alfonso XII ha sido uno de los pocos españoles exiliados que aprendió en el extranjero a olvidar y comprender. Dos meses antes de cumplir los 11 años de edad, tuvo que marchar de España, porque la Revolución Gloriosa de 1868 había derrocado a su madre, Isabel II.

En los años siguientes estudió en Suiza, Viena y la academia militar británica de Sandhurst. También pasó estrecheces económicas. Su suerte dependía de la generosidad de algunos aristócratas, como el duque de Sesto, y de los manejos de algunos políticos, como el andaluz Antonio Cánovas del Castillo.

Alfonso se ganó el trono frente a los republicanos, los carlistas, los generales ambiciosos, los cortesanos y su propia madre. El 1 de diciembre de 1874, a través de un manifiesto escrito por Cánovas, presentó su monarquía a los españoles. A finales de mes, el general Martínez Campos se pronunció a su favor en Sagunto. Unas semanas más tarde entró en Madrid y las Cortes le proclamaron rey de España.

Los españoles estaban hartos del caos del Sexenio Revolucionario. Aparte de los motines y las huelgas, hubo tres guerras civiles simultáneas: la de Cuba, la carlista y la cantonalista. Por eso Alfonso recibió el apodo del Pacificador.

En febrero, se trasladó al norte, donde se libraban las últimas batallas con los carlistas, y estuvo a punto de caer prisionero de ellos en Lácar.

Cánovas puso las bases de la Restauración: se elaboró la Constitución de 1876, se fundaron los partidos conservador y liberal, y comenzó el turno de partidos. Cánovas promovió como su contrapoder al ingeniero y masón Mateo Práxedes Sagasta, que había sido condenado a muerte en 1866. Los odios y enemistades se iban olvidando. Incluso acabaron los pronunciamientos.

Con el ejército pacificado y con dos partidos estructurados y dirigidos por líderes indiscutidos, Alfonso, a diferencia de su madre, apenas participó en política.

Sin embargo, las elecciones se ganaban desde el Ministerio de Gobernación y los gobiernos civiles, mediante pucherazos y cacicatos. La voluntad popular era una farsa, pero como pasaba también en Alemania, Italia o Francia.

Para dominar al Ejército, Cánovas estableció la tradición del rey soldado, que se mantuvo con Alfonso XIII y Juan Carlos I.

El nuncio juzgó así la relación del monarca con los jefes de los dos partidos: Sus simpatías personales son para Sagasta, quien, de carácter flexibilísimo, acepta todas las indicaciones del joven soberano, le halaga y le complace en todo y por todo; mientras que Cánovas, tanto por índole como por principio demasiado autoritario, se le impone en todo.

El breve reinado trajo paz y estabilidad.

No fue poco, pero la España de la Restauración quedó descolgada de todos los movimientos de la época, desde la industrialización a la colonización de África. Prusia, que en 1870 producía menos acero que España y carecía de armada, adelantó pronto a ésta.

El peor incidente internacional fue el conflicto con Alemania a cuenta de las islas Carolinas (1885). Las masas, la prensa y los partidos estaban dispuestos a ir a la guerra. La crisis se zanjó gracias al arbitraje papal. Pero no se aprendió de ella: ni se negociaron alianzas ni se modernizó la flota.

Alfonso falleció de tuberculosis en noviembre de 1885, después de menos de 10 años de reinado.

Casó dos veces. En 1878 con su prima María de las Mercedes, hija del duque de Montpensier, en un matrimonio por amor. La muerte de la joven a los seis meses de la boda y la tristeza de Alfonso es una historia que cuentan todas las españolas a sus hijas y nietas.

El segundo matrimonio, ya de Estado, fue con una archiduquesa austriaca, María Cristina de Habsburgo (1879). Al morir Alfonso, tenía dos hijas y estaba embarazada.

El Caciquismo
El cacique es un prohombre o una familia local que ejerce el control sobre los electores de una zona rural. Condiciona el sentido del voto mediante presiones y amenazas al servirse de su poder y su influencia para proporcionar trabajo, promover social y económicamente a sus amigos y fieles.
Controla el Ayuntamiento, siendo alcalde o nombrándolo, de manera que cualquier trámite burocrático y administrativo como pasaba por sus manos podía resolverlo rápidamente o complicarlo según quién fuera el peticionario y se sometiera a sus intereses.
Proporciona trabajo a los jornaleros agrícolas y arrendamientos a los campesinos; distribuye las contribuciones o impuesto municipales, cargando a los enemigos y favoreciendo a los fieles; del cacique depende que trabajen, paguen pocas contribuciones o vivan en la miseria y mueran de hambre.

Las “fuerzas vivas” de la aldea le obedecen:

·         El alcalde
·         El párroco
·         El maestro
·         El juez
·         La Guardia Civil.
No debemos olvidar que, para garantizar el falseamiento de las elecciones, el partido en el gobierno elaboraba, pactándolo con el partido en la oposición, la lista de los distritos electorales, situando junto a él el nombre del diputado que debía salir para ganar las elecciones.
Esta práctica se llamaba el “encasillado”. Para asegurar el resultado, era imprescindible el papel de los caciques: eran individuos muy poderosos e influyentes en la vida local, que controlaban las elecciones en los pueblos para garantizar los resultados fraudulentos.

En el turnismo pacífico de los partidos dinásticos pactaban el acceso al gobierno sin recurrir a los pronunciamientos militares.También se conseguía que la monarquía no se identificase con un solo partido.
Para garantizar el turno, se recurrió al fraude electoral. En este proceso, que desvirtuó el carácter democrático del sistema canovista, se utilizaron a los caciques locales o provinciales.

Mecanismos de fraude electoral.

Encasillado: De forma pactada, el rey encargaba la formación de un nuevo gobierno al partido que le tocaba gobernar. El jefe de gabinete convocaba elecciones con el objetivo de construirse una mayoría parlamentaria para gobernar de manera estable. Desde el ministerio de Gobernación se confeccionaba el encasillado o listas de diputados que deberían salir elegidos y ganadores en cada distrito, reservando siempre algunos a la oposición dinástica.

El encasillado se entregaba a los gobernadores civiles de cada provincia para que impusieran la lista en los ayuntamientos a través de los caciques locales.
Pucherazo: Para conseguir que el encasillado impuesto saliese ganador, los caciques recurrían a la manipulación fraudulenta de las elecciones:

* Manipulando los censos de electores (en los que se incluían a personas fallecidas que “ejercían” el voto, o se excluían a otras vivas).
* Coaccionando a los votantes, mediante la violencia
* Comprando votos a cambio de favores: prometiendo empleos en el Ayuntamiento o en labores agrícolas; solucionando pleitos judiciales a favor y trámites burocráticos pendientes; librando a los amigos del servicio militar mediante la simulación de inutilidad física o el pago de la redención.
Cambiando las urnas con las papeletas o las actas de resultados electorales.
El lema del cacique, “para los enemigos la ley, para los amigos el favor”, permitió el fraude electoral tanto en el sistema de sufragio censitario inicial como en el sufragio universal posterior a 1890.
Las listas de diputados estaban formadas por miembros de la alta burguesía y aristocracia, que constituían una oligarquía política y administrativa. Al monopolizar los cargos de la administración y los escaños en Cortes cualquier asunto necesitaba de su intervención, ejerciendo el poder en beneficio de las clases dominantes a la que representaban.
Sólo en los núcleos urbanos más importantes, donde la oposición política era más fuerte, se hizo cada vez más difícil el control caciquil de las elecciones.
El régimen de la Restauración se asentó sobre la estabilidad política y el mantenimiento de un orden social cuyas clases dominantes (nobleza, alta burguesía financiera e industrial, ejército e Iglesia) participaron en el sistema político dejando sin representación política a las burguesías medias y capas populares (clases dominadas).
El caciquismo sólo es posible en un país de gran propiedad agraria. El cacique es el ricacho del pueblo, él mismo es terrateniente o representante del terrateniente de alcurnia que reside en la Corte; de él depende que los obreros agrícolas trabajen o se mueran de hambre, que los colonos sean expulsados de las tierras o que las puedan cultivar, que el campesino media pueda obtener un crédito. La Guardia Civil del pueblo está en connivencia con él, el maestro (…) debe someterse a él, el párroco prefiere por lo común colaborar con él; en una palabra, es el nuevo feudal. (…). El caciquismo, como el feudalismo, tiene estructura piramidal partiendo del burgo o aldea; a la altura provincial hay cacique o caciques, que suelen colaborar con el “señor gobernador”.” Texto de Tuñón de Lara, M. La España del siglo XIX, Ed. Laia, Barcelona, 1974.

En el siguiente enlace podéis ver la obra "Los caciques" de Carlos Arniches



En el siguiente enlace podéis ver un documental sobre el reinado de Amadeo I, la I República y el regreso de los Borbones.

El regreso de los Borbones


En el siguiente enlace podéis leer la Constitución de 1876

Constitución de 1876


En el siguiente enlace podéis ver un artículo sobre el significado de la Ley de Abolición de los Fueros Vascos

Ley de Abolición de los Fueros Vascos



En los siguiente enlace podéis leer un artículo sobre la voladura del Maine y dos vídeos sobre la derrota en la guerra de Cuba




En el siguiente enlace podéis ver un vídeo sobre el Desastre de Annual

El Desastre de Annual

DESASTRE ANNUAL. EXPEDIENTE PICASSO: LA VERGÜENZA DEL EJÉRCITO QUE ARRINCONÓ A ALFONSO XIII

         El general Juan Picasso investigó los sucesos de Annual y encontró indicios de responsabilidad penal entre los altos mandos del ejército.

      Yo acuso de negligencia al general Berenguer, de temerario al general Silvestre y de incompetencia al general Felipe Navarro por sus responsabilidades en las funciones, respectivamente, de Alto comisario de de España en Marruecos, comandante general de Melilla y segundo jefe de Melilla, durante una serie de acciones militares en el Rif previas y durante el abandono de la posición de Annual y la posterior y penosa retirada y rendición del fuerte de Monte Arruit, entre finales de julio y principios de agosto de 1921, en el que murieron alrededor de 12.000 hombres.

No se conserva completo el expediente de investigación sobre los hechos de Annual llevado a cabo por el general Juan Picasso, pero sí la acusación del fiscal militar José García Moreno basado en él. El párrafo resume la conclusión más esencial: el desastre de Annual se debió a la negligencia e irresponsabilidad del alto mando.

El militar remitió en 1922 el abultado informe al Congreso de los Diputados y al Consejo de Guerra y Marina, que encontró indicios de responsabilidades penales, y en el que se basó la acusación de la fiscalía militar contra los generales, jefes y oficiales del ejército.

Alfonso XIII, contra la espada y la pared

Lo más grave para la monarquía era que el general Manuel Fernández Silvestre, que no pudo ser juzgado porque murió la misma mañana en la que se produjo la desbandada de Annual bajo su mando directo -según algunas informaciones tras pegarse un tiro-, tenía una estrecha amistad con el rey Alfonso XIII
    Cuando algunos de los documentos y conclusiones del Expediente Picasso se filtraron a la prensa, entre 1922 y 1923, la situación en la calle y el Parlamento le puso contra la espada y la pared: era de dominio público la injerencia del rey en los planes militares de sus favoritos, como Fernández Silvestre, lo que agravó la situación para el monarca en un contexto de inestabilidad política.

El general Juan Picasso había sido encargado de investigar los sucesos acaecidos en Annual. Como máximo jefe del ejército en Marruecos, Berenguer se había visto obligado a autorizar una investigación sobre una operación que había tomado proporciones trágicas por el abultado número de muertos y la extendida opinión de corrupción y penalidades del ejército español en el protectorado de Marruecos que siguió durante la campaña del Rif contra las fuerzas de Abd-el-Krim.

Trató, no obstante, de maniatar a Picasso, estableciendo que las investigaciones estuvieran limitadas a jefes y oficiales, pero no a los planes del Estado Mayor, por cuestiones estratégicas y de seguridad nacional.

No calibró que lejos de efectuar un rutinario informe y mirar hacia otro lado, Picasso se trasladó a Melilla en 1921 con el objeto de obtener toda la información posible sobre las actuaciones del ejército, desde telegramas y cartas hasta órdenes de mando, relación de inventario, traslado de mercancías, etc. Interrogó además a todos los testigos que pudo encontrar -la gran mayoría había muerto o eran prisioneros- y revisó la correspondencia.

Lo que se fue abriendo ante el concienzudo instructor era un cuadro desgarrador en el que sobresalían las pinceladas de la falta de juicio y responsabilidad del general Silvestre, que cegado por obtener cada vez mayores éxitos en el protectorado frente a los rebeldes rifeños, emprendió un avance temerario -buscando el favor del rey o precisamente a sugerencia del mismo- con el objetivo de alcanzar la bahía de Alhucemas el 25 de agosto, día de Santiago, exponiendo a sus hombres y a la misión española en el Rif a un peligro desmedido y sin tomar las precauciones más elementales.

A la irresponsabilidad de los generales se unían alarmantes irregularidades, como las deficientes condiciones de la tropa, la ausencia de previsión...

Descubrió además que a la irresponsabilidad de Silvestre se le unía una serie de alarmantes irregularidades como las deficientes condiciones de la tropa, la ausencia de previsión, informes previos sobre actividad del enemigo que se ignoraban, y la ausencia de un comportamiento a la altura por parte del general Berenguer, Alto Comisario de España en Marruecos. Estaba apuntando alto, por encima de lo que le habían ordenado. Berenguer se puso nervios pero no consiguió evitar que Picasso siguiera investigando no solo a jefes y oficiales , sino también a los máximos responsables del ejército. El 18 de abril de 1922 entregó al Congreso de los Diputados el expediente con un informe final redactado por él mismo que constituía un total de 2.417 folios. Dos días después, el Consejo Supremo de Guerra y Marina encontraba indicios de responsabilidad penal contras las actuaciones de los generales.

Para tratar de apaciguar el clamor popular, el Gobierno de García Prieto puso en marcha una nueva comisión, la de "los 21", que debía de poner fin a la caja de Pandora que se había abierto con la masacre de Annual y la posterior instrucción.

En medio del debate político, Berenguer fue juzgado por un tribunal militar que corroboró la acusación de negligencia, condenándolo a la pena de separación del servicio y pase a la situación de reserva, mientras que exoneraba al general Navarro, que había sido hecho prisionero tras la rendición de Monte Arruit.

El círculo se estrechaba peligrosamente sobre el rey. Antes de que se pudieran presentar las conclusiones de la segunda comisión, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923, con la aquiescencia del propio Alfonso XIII, impidiéndolo dos semanas antes de lo previsto. Berenguer sería restituido durante la dictadura y acabaría, de hecho, presidiendo el Consejo de Ministros después de Primo de Rivera. El Expediente Picasso se tapó y las copias escasearon con los años. Sólo se conserva hoy una de ellas con menos de 300 folios de los más de 2.400 que tenía sólo el informe final.

 HISTORIA DE  ESPAÑAAlfonso XIII: la crisis de la Restauración

La Semana Trágica (1909)

“Las hostilidades importantes habían comenzado en Marruecos durante el mes de febrero de 1909. Maura había obtenido del Parlamento un crédito extraordinario y el 10 de julio fueron llamados a filas los reservistas […]. Comenzaron los embarques de tropas en Barcelona, prosiguiendo toda la semana. El domingo 18 las despedidas en el puerto se transformaron ya en manifestación antibélica. […] El día 19 las manifestaciones contra la guerra recorren las Ramblas; las fuerzas de vigilancia patrullan por las calles. El día 22 las Juventudes Socialistas convocan en Madrid una manifestación en la que participan miles de jóvenes y de mujeres (ya se habían producido actos de insubordinación al salir de Madrid el regimiento de Arapiles) […]. Los acontecimientos se precipitan y el día 24 se forma un comité de huelga con representantes de los diversos sectores de Solidaridad Obrera. […] El Comité de huelga, formado al fin por representantes de los grupos anarquistas, de la Federación socialista y de las sociedades obreras, tomó sus últimas disposiciones en la madrugada del 26 de julio. La huelga fue total; los tranvías, guiados por los “murcianos” traídos por Foronda, circularon hasta las nueve de la mañana, pero tras numerosos apedreamientos y algún que otro incendio cesaron de circular. A causa de los tranvías se produjeron los primeros choques entre huelguistas y fuerza pública. Por la tarde se declaró el estado de guerra (contra el criterio de Ossorio y Gallardo, gobernador civil). La huelga era hasta entonces relativamente pacífica en Barcelona, pero ¿qué pasaba en el resto de Cataluña? El paro era total en Sabadell, Mataró, Tarrasa, Manresa, San Feliú de Llobregat, Granollers, etc. [...] en la mayoría de las localidades citadas la huelga había tomado un carácter insurreccional y que los obreros eran dueños de la situación.

El martes 27 la violencia subirá de punto en una Barcelona aislada del resto del mundo, con fuerzas del ejército mandadas por el general Santiago, que, en realidad, no bastaban para salvar la situación […] en Barcelona se alzaban barricadas por doquier y había muertos y heridos en los choques con el ejército y fuerzas de seguridad. […] En medio de esta situación empezó la quema de conventos, siendo el primero en el caso de la ciudad, el de las Adoratrices […]. No se produjeron ataques contra las personas de sacerdotes y religiosos, pero sí macabros desenterramientos en conventos, etc. […] El miércoles 28 los combates fueron todavía más intensos, pero la huelga, perdido su objetivo inicial y sin encontrar otro, desbordada por la provocación anticlerical y separada del resto del país, tenía que ir forzosamente a la deriva […]. El movimiento, carente de dirección, se agotaba; el viernes 30 por la tarde aflojaron los combates; el sábado 31 todo había prácticamente terminado y el lunes 2 de agosto se reanudó el trabajo a ritmo normal. Empezaron los encarcelamientos, los registros y los procesos. El mismo día 2 actuó el primer consejo de guerra sumarísimo. El saldo trágico de aquellos días era: tres muertes y 27 heridos por parte del ejercito de seguridad; una muerte y 46 heridos de la Guardia Civil; 82 muertos y 126 heridos de la población civil (102 muertos según fuentes no oficiales); cuatro muertos y 18 heridos de la Cruz Roja. Los detenidos eran casi un millar.”
Manuel Tuñón de Lara: El movimiento obrero en la Historia de España. Madrid, Taurus, 1972.
En los siguientes enlaces podéis ver dos documentales sobre el regeneracionismo político y la generación del 98



En el siguiente enlace podéis ver un documental sobre el reinado de Alfonso XIII

Documental sobre el reinado de Alfonso XIII


En el siguiente enlace hay un pequeño documental sobre Ferrer i Guardia


La Escuela de Ferrer i Guardia

En los siguientes enlaces, dos artículos y un par de videos sobre la Semana Trágica de Barcelona

La Semana Trágica de Barcelona

La Semana Trágica de Barcelona

Semana trágica de Barcelona

Semana trágica de Barcelona 

En los siguientes enlace podéis ver un artículo y un vídeo sobre la Crisis de 1917

La crisis de 1917


En el siguiente enlace podéis ver dos vídeos sobre el pistolerismo en Barcelona



En el siguiente enlace podéis ver un pequeño vídeo sobre el Desastre de Annual


En el siguiente enlace podéis leer un artículo sobre el carlismo en la actualidad


ALGUNAS FRASES DE SABINO ARANA

“El aseo del bizcaíno es proverbial (…); el español apenas se lava una vez en su vida”.

“El bizcaíno no vale para servir, ha nacido para ser señor; el español ha nacido para ser lacayo y siervo”

“El bizcaíno que vive en las montañas, que es el verdadero vizcaíno, es por carácter natural religioso. El español que habita lejos de las poblaciones es impío o como los bandido andaluces”.

“El bizcaíno es amante de su familia y su hogar (…); entre los españoles, el adulterio es frecuente (…). Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se perpetran en Bizcaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son autores vizcaínos españolizados”.

“La mujer, pues, es vana, es superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana: por ello fue ella la que primero cayó. Pero por eso precisamente de ser inferior en cabeza y en corazón…”.

“Les aterra el oír que a los maestros maketos se les debe despachar de los pueblos a pedradas ¡Ah la gente amiga de la Paz!”.

“El bizcaíno es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre); el español, perezoso y vago (contemplad sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación). El bizcaíno es emprendedor (…); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale”.

“Nuestra raza, singular por sus bellas cualidades, pero más singular aún por no tener ningún punto de contacto o fraternidad ni con la raza española, ni con la francesa, ni con raza alguna del mundo”.

“Oíd hablar a un bizcaíno y escucharéis la más eufónica, moral y culta de las lenguas, oídle a un español y si sólo le oís rebuznar, podéis estar satisfechos”.

“En pueblos tan degenerados como el maketo, resulta el sufragio un crimen, un suicidio”.

“Nosotros odiamos a España con toda nuestra alma"


En el siguiente enlace podéis entrar en la página para completar el cuestionario. Después os indico el código de acceso. 

Código de acceso: MADRID
 

sábado, 2 de diciembre de 2023

Sesión del 4 de diciembre

 En los siguientes enlaces podéis leer dos artículos sobre el Reino visigodo

https://www.muyinteresante.es/historia/62406.html

https://www.muyinteresante.es/historia/62416.html


PARA AMADEO I, ESPAÑA ERA UNA "JAULA DE LOCOS"


Con la Revolución Gloriosa (1868), que expulsa a Isabel II, España entró en uno de esos períodos en que se convierte en un manicomio dirigido por los locos. ¡Cómo sería el ambiente que un italiano acabó harto de los españoles!

Amadeo, duque de Aosta, tuvo la triste suerte de un segundón. Era el segundo hijo de Víctor Manuel II, rey de Cerdeña y luego de Italia. Nació en Turín en 1845. En 1866 combatió en la batalla de Custoza, donde fue herido por los austriacos, y dos años más tarde ingresó en la marina
.
El trono de España le llegó por descarte. El general Prim, líder del nuevo régimen español, quería coronar la revolución con un monarca democrático y liberal. Se barajaron varios nombres, incluso el del rey de Portugal, para culminar la unidad ibérica; pero todos los príncipes rechazaron el ofrecimiento.

Por fin, un Saboya aceptó la corona. Aunque un sector católico se opuso a Amadeo porque su padre era el carcelero del Papa, Pío IX envió su bendición al nuevo monarca y a la esposa de éste.

El 30 de diciembre de 1870, al desembarcar en Cartagena, Amadeo recibió la noticia del asesinato de Prim. El nuevo monarca quedaba sin su principal aliado, el único que además podía imponer orden en el Partido Progresista.

Es más sencillo destruir que construir. Y casi todos los políticos españoles, así como el pueblo, se unieron contra él. Desde los carlistas hasta los masones, aunque Amadeo fue el segundo rey miembro de una logia después de José I.

El republicano Emilio Castelar despreció en las Cortes el ofrecimiento de la corona a un Saboya con estas palabras: “Digo y sostengo que los duques de Saboya seguían hambrientos el carro de Carlos V, de Felipe II y de Felipe V”. ¡Y éste fue de los más amables!

Ningún bando político se lo tomó en serio y todos ellos conspiraban contra él. Durante su reinado de veinticinco meses, estalló una nueva sublevación carlista (1872), que se unió a la guerra en Cuba, comenzada a las pocas semanas de la Gloriosa.

Amadeo y su esposa sufrieron un atentado en julio de 1872 en la calle Arenal: una emboscada de varios tiradores al paso de su coche. El mismo estilo que el sufrido por Prim… y quizás los mismos impulsores.

Conflicto con los artilleros

La gota que colmó el vaso de la paciencia de Amadeo fue el conflicto con los artilleros. El rey le propuso al jefe del Gobierno que le permitiese mediar entre éste y los oficiales. El presidente, Manuel Ruiz Zorrilla, gran maestre del Gran Oriente de España, aparentó aceptar, pero disolvió mediante decreto el cuerpo de Artillería. Amadeo no soportó el nuevo desaire y abdicó el 11 de febrero de 1873.

Ese mismo día, las Cortes vulneraron la Constitución. Una mayoría de diputados elegidos como monárquicos el año anterior se unió a los republicanos, y así se proclamó la Primera República. Años antes, el republicano canario Nicolás Estévanez había tratado de convertir a Prim a su credo político, pero este le había contestado: “La república sería posible si hubiera republicanos, como los hay hasta en Rusia, pero en España no los hay ni puede haberlos; son ustedes cuatro ilusos, cuatro locos”.

En los meses siguientes se comprobó la afirmación de Prim: cuatro presidentes en menos de un año.

Amadeo murió en Turín en 1890. Entre las pocas obras que él y su esposa dejaron en España destacan el Instituto Oftalmológico y la escuela y el asilo para los hijos de las lavanderas del Manzanares. Entre los hechos memorables, la abolición de la esclavitud en Puerto Rico (1872). Y también nos dejó un juicio clarividente sobre esos años: “Ah, per Bacco, io non capisco niente. Siamo una gabbia di pazzi”. La versión española: “Por Baco, no entiendo nada. Esto es una jaula de locos”.

En el siguiente enlace podéis ver una conferencia sobre la Revolución de 1868

https://www.youtube.com/watch?v=51sLZhRxvAg


En el siguiente enlace podéis ver el reinado de Isabel II y el final del mismo con la Revolución de 1868

Reinado de Isabel II y Revolución de 1868


En los dos enlaces siguientes podéis encontrar dos textos de la Constitución de 1869

Constitución de 1869

Constitución de 1869


En el siguiente enlace podéis leer el proyecto de Constitución de de la I República

Proyecto de Constitución de la I República


En el siguiente enlace podéis leer el texto de la abdicación de Amadeo I

Abdicación de Amadeo I


En el siguiente enlace podéis leer un artículo de Antonio Elorza

El sueño federal de Antonio Elorza


En el siguiente enlace podéis leer el texto del Manifiesto de Sandhurst

Texto del Manifiesto de Sandhurst


En el siguiente enlace podéis ver el origen y las consecuencias de la Guerra Franco-Prusiana

Guerra Franco-Prusiana


En el siguiente enlace podemos ver un pequeño vídeo explicativo de lo que fue la Comuna de París.

La Comuna de París

En los dos enlaces que siguen podéis encontrar más información sobre las transformaciones sociales en el siglo XIX y la historia de la I Internacional.

Revolución agrícola

Primera revolución industrial

 Las transformaciones sociales en el siglo XIX

La I Internacional obrera


En el siguiente enlace podéis ver un programa sobre la guerra franco-prusiana




En este enlace encontraréis una serie de ejercicios para trabajar la comprensión lectora en Bachillerato

Ejercicios de comprensión lectora

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Sesiones del 27 y 29 de noviembre

 En el siguiente enlace podéis leer un artículo sobre los soldados españoles que lucharon en el ejército de Napoleón

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/soldados-espanoles-napoleon_20517?utm_source=indigitall&utm_medium=push&utm_campaign=trafico


 ISABEL II, EL JUGUETE DE TODOS


Ser reina desde los tres años es una maldición. Isabel nació en septiembre de 1830. Fue jurada princesa de Asturias sin haber cumplido los dos años y proclamada reina a los tres. Antes de aprender a escribir supo que media España la combatía por las armas.

Ya sin padre, perdió a su madre a los diez años. En 1840, el general Espartero mandó al exilio a María Cristina de Borbón. Así, Isabel y su hermana quedaron como ovejas entre lobos. A nadie le interesó educar a Isabel. Los políticos e incluso otros familiares preferían una monarca fácil de manipular. En 1841, el general Diego de León intentó secuestrarla en Palacio.

En este reinado de treinta y cinco años se construyó el Estado constitucional. Nacieron el consejo de ministros; el parlamento, que aprobaba presupuestos y controlaba a los gobiernos; y los primeros partidos políticos. Por fin desapareció la sociedad estamental; se permitió el libre comercio interior, ya sin gremios ni estancos; y comenzó la industrialización. Pero se cometió la desamortización de bienes eclesiásticos y municipales, que hundió en la pobreza a millones de españoles.

Los cambios de Gobierno se hacían mediante pronunciamientos. Los principales políticos del reinado fueron generales, convertidos en espadones. Cada partido tenía uno o dos y a su sombra crecían los políticos civiles, los conspiradores y los especuladores. Narváez por el Partido Moderado; O’Donnell y Serrano por la Unión Liberal; y Espartero y Prim por el Partido Progresista. Esta costumbre, que nos asemejaba a Bolivia, avergonzaba a muchos, como Emilio Castelar: “Si los generales no mandan, somos tan débiles que no podemos vivir; nos parecemos a aquellos antiguos vándalos que adoraban una espada puesta de punta en el suelo”.

Una vez vencidos los carlistas (1840), los liberales acapararon la vida política. Al principio hubo dos partidos, el Moderado y el Progresista. Para establecer un puente entre ellos, surgió la Unión Liberal. Ésta, como la definió Cánovas del Castillo, era un partido... “La carencia de ideología ha sido uno de los grandes éxitos de la política española, como comprobamos en nuestros días”.

Modelo inglés y francés

A trancas y barrancas, España trató de imitar las innovaciones de Inglaterra y Francia: se construyeron miles de kilómetros de ferrocarriles y nuevas carreteras, se amplió la armada y se botaron los primeros barcos con casco de hierro, se fundó la Guardia Civil, se simplificaron los impuestos, se abrió un instituto de enseñanza media en cada capital de provincia, se pacificaron las relaciones con Roma, se participó en acciones en el exterior (Marruecos, Cochinchina, México, el Pacífico, Italia)… La corrupción se democratizó debido a los caciques de Cuba y a los empresarios de ferrocarriles. Uno de los grandes agiotistas fue el segundo marido de la madre de Isabel II: Agustín Muñoz, ennoblecido como duque de Riánsares.

El matrimonio de la reina-niña fue un asunto de interés internacional. Sólo Londres y París reconocieron a Isabel. Las demás potencias europeas apoyaron a su tío, el infante Carlos. Los intereses de Estado hicieron que se casase a los 16 años con un primo: el infante Francisco de Asís de Borbón. El matrimonio fue un fracaso. Isabel tuvo doce embarazos, no todos de su marido, pero sólo llegaron a la edad adulta cinco hijos.

Isabel, que en los años 30 era para los liberales y los demócratas pura y virtuosa, había pasado en los años 60 a tirana y degenerada. Ella tuvo parte de culpa en este cambio, debido a sus amantes y a su preferencia por Narváez. O’Donnell, destituido en 1866 por la reina para entregar el Gobierno a Narváez, dijo: "Esta señora es imposible", y se marchó a Biarritz. Pero también es verdad que sufrió campañas de desprestigio de quienes perdían su favor.

Los conspiradores del Pacto de Ostende

Después de morir O’Donnell (1867) y Narváez (1868), quedó sola ante los conspiradores del Pacto de Ostende. Prim declaró que removerían los "obstáculos tradicionales" que impedían su acceso al poder, o sea, la dinastía. La primera crisis financiera del capitalismo español (1866), con quiebras de bancos, añadió descontentos a la conjura. En septiembre de 1868 se produjo la Revolución Gloriosa, que la mandó al exilio. El mismo pueblo que la había vitoreado, escribió entonces en los muros: “Cayó para siempre la raza espúrea de los Borbones”.

En Francia, la reina y su marido se separaron. Sus partidarios consiguieron que en 1870 Isabel abdicase en su hijo Alfonso, de 13 años de edad. Falleció en 1904, después de ver proclamado a su nieto, Alfonso XIII.

Aunque Isabel apenas leía, fundó la Biblioteca Nacional: puso la primera piedra del edificio y donó los fondos de Palacio. A diferencia de su padre, a Isabel le encantaban la música y el bel canto, por lo que impulsó la construcción del Teatro Real de Madrid. Otra obra que lleva su nombre es el canal que traslada el agua potable a la capital. Con Isabel empezaron los veraneos de la corte en el Cantábrico, sobre todo en San Sebastián, que se mantuvieron hasta 1973.

En el siguiente enlace podéis ver un artículo sobre el exilio de la reina Isabel II


Exilio de Isabel II


En el siguiente enlace podéis encontrar información sobre el "incidente Olózaga"

"Incidente Olózaga"


En el siguiente enlace hay acceso a una copia de la Constitución de 1945

Constitución de 1845


En el siguiente enlace podéis encontrar el texto del Manifiesto del Manzanares

Manifiesto del Manzanares


En los siguientes enlaces hay dos documentales sobre el reinado de Isabel II

Primera parte del reinado de Isabel II

martes, 21 de noviembre de 2023

Sesiones del 20 y 22 de noviembre

 En el siguiente enlace podéis leer un artículos sobre Tartessos

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/enigma-tartessos-teoria-que-explicaria-su-desaparicion_20462?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=trafico&utm_content=paid


En los siguientes enlaces podéis encontrar las dos constituciones vistas en el tema 4 





En los siguientes enlace podéis encontrar más información sobre las guerras carlistas en formato pdf y en vídeo



En el siguiente enlace podéis leer completo el


El siguiente enlace nos trae un nuevo documental sobre Fernando VII



En el siguiente enlace hay una serie de test sobre las distintas materias de 2º de Bachillerato, entre ellas, Historia de España, Geografía e Historia del Arte

Test de cultura

martes, 14 de noviembre de 2023

Sesiones del 13 y 15 de noviembre

  FERNANDO VII, EL BORBÓN MÁS CRUEL Y EL MÁS ASTUTO 

El más astuto y listo de los Borbones fue también el más cruel, despiadado y vengativo. Sobrevivió a Napoleón, que se extinguió en Santa Elena envenenado por los ingleses, y murió idolatrado por más de media España, cuando su hija sería expulsada del trono.

Desde adolescente mostró la vileza de su carácter. Conspiró contra su padre y cuando fue descubierto traicionó a todos los implicados. Así lo escribió en una patética carta a Carlos IV“He delatado a los culpables y pido a Vuestra Majestad me perdone por haberle mentido la otra noche, permitiendo besar sus Reales pies a su reconocido hijo”.

En 1808 montó otra conspiración y ésta triunfó. Aceptó reunirse con Napoleón en Bayona y devolver la corona a su padre, quien se la cedió al emperador. En los seis años siguientes, vivió en un palacio desde el que mandaba felicitaciones a Napoleón por sus victorias sobre los españoles.

Liberado en 1814, entró en España por Cataluña, donde el pueblo le recibió entusiasmado. Era el Deseado. Esa popularidad le decidió a enfrentarse a la Regencia.

Su reinado tiene tres fases: el Sexenio Absolutista, de 1814 a 1820; el Trienio Liberal, de 1820 a 1823; y la Década Ominosa, de 1823 a 1833. Se empeñó en ser un monarca absoluto y restaurar la sociedad estamental, para lo que destruyó la obra de las Cortes de Cádiz. Una duradera crisis económica, de ámbito europeo, que se extendió entre 1810 y 1830, y las guerras de independencia en los reinos americanos agravaron la vida de los españoles y vaciaron los fondos de Hacienda. 

Su programa de gobierno se puede resumir con sus palabras, sacadas de un decreto de 1826: “...que desaparezca para siempre del suelo español hasta la más remota idea de que la soberanía resida en otro que en mi real persona”.

Y este plan de Fernando lo apoyó la gran mayoría del pueblo español, que todavía sentía devoción por la Monarquía y aversión por las ideas y la conducta de los liberales. 

Tan celoso era Fernando de su poder que se negó a aceptar la independencia de las provincias americanas y trató de recuperarlas. Quebrantó las tradiciones españolas sobre la Monarquía: pretendió ser soberano por voluntad divina, como el zar Alejandro I, y no por las leyes del reino. Dejó que se desmoronasen los Consejos de la corona y los sustituyó por juntas y secretarías de despacho, que no se pueden considerar antecedente de un consejo de ministros. Los departamentos directores de la política y la Administración acabaron siendo el Ministerio de Gobernación y el Consejo de Estado.

En julio de 1814, Fernando suprimió a los jueces la facultad de aplicar tormento. Otras novedades de su reinado no fueron tan benignas. Surgieron el pronunciamiento militar y la orden secreta como elementos de agitación política que se extendieron hasta el siglo XX. Los liberales, con la frecuente colaboración del Gobierno inglés, empleaban las logias masónicas y los cuarteles para conspirar. Por su parte, Fernando estableció comités de depuración de funcionarios, militares y sacerdotes. 

Como los militares habían jurado la Constitución en el Trienio Liberal, prescindió del Ejército. Lo sustituyó con guarniciones francesas y con los Voluntarios Realistas, que superaron los 120.000. Sin embargo, para poner orden en el país en la Década Ominosa contó con antiguos afrancesados, como Javier de Burgos, y técnicos, como Luis López Ballesteros, que abrió la Bolsa de Madrid y aprobó el Código de Comercio. 

Dos hijas

Sólo tuvo dos hijas, con la última de sus cuatro esposas, su sobrina María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, con la que se casó en 1829. 

En 1832, al encontrarse casi incapacitado, cedió el gobierno a su mujer. Ésta dictó una amplia amnistía, que permitió regresar a muchos liberales. El siguiente paso de la reina fue despedir de los puestos que ocupaban en la Administración a los más obcecados absolutistas, porque podían ponerse del lado de su cuñado, el infante Carlos María Isidro.

Cuatro días después del fallecimiento de Fernando, se alzó la primera partida carlista en Talavera de la Reina. Los demonios que había alimentado durante su reinado quedaron entonces libres. 

Cuando Fernando nació (1784), España disputaba a Gran Bretaña la primacía internacional en varios campos (poderío naval, extensión del imperio…); medio siglo más tarde el país, exhausto y empobrecido, era un potencia de segunda fila. 

A Fernando VII no le atraían ni la música ni el canto; despreció a Luigi Boccherini. Tampoco, y esto es más sorprendente en un Borbón, practicaba la caza. Sus gustos eran los de un burgués discreto: prefería permanecer en casa y conversar con su familia y su camarilla. Era austero y también inculto, y presumía de campechano. Sin embargo, a él le debemos el Museo del Prado, que fundó en 1819

EL SUFRAGIO


Es el derecho a ejercer el voto para elegir cargos públicos. El término sufragio proviene del vocablo latino “Suffragium”, cuyo significado es voto.

El sufragio puede ser activo, cuando se refiere a quienes tienen derecho a elegir, o pasivo, cuando se refiere al derecho de ser elegidos.

Básicamente, el sufragio puede ser de dos tipos:

Restringido: cuando se limita a un sector de la población, siendo excluido el resto, por diferentes motivos: sexo, riqueza, etc. Un ejemplo de sufragio restringido lo constituye el censitario que impide el ejercicio del voto a aquellos cuyas rentas no superen una mínima cuantía. Durante parte del siglo XIX y hasta la extensión de los derechos a toda la población, sólo los más ricos, es decir, la burguesía, tuvieron ventajas políticas en el seno del sistema capitalista de clases. Otro ejemplo de restricción al voto lo constituyó la condición de mujer. Tras la Primera Guerra Mundial, el movimiento sufragista luchó por abolir esa limitación. En el Reino unido las mujeres lo consiguieron en 1920, en tanto que en España la mujer alcanzó sus derechos electorales en 1931.


Universal: la única limitación que existe para ejercer el voto es la edad mínima. Todo integrante de la sociedad, sea hombre o mujer, rico o desfavorecido, analfabeto o instruido, tiene derecho a elegir sus representantes y a ser escogido como tal, si así lo solicita.

En el siguiente enlace, podéis ver una conferencia sobre un cuadro del Museo del Prado, un cuadro de historia sobre el fusilamiento de un general liberal (Torrijos), en 1831

El fusilamiento del general Torrijos. Museo del Prado

En los dos enlaces siguientes, podéis ver dos perspectivas distintas de un mismo personaje: